Aplicando la Ryuk
- Nucifera Venenosa
- 20 oct 2017
- 2 Min. de lectura
Me estoy dando cuenta que al final aunque no haaaaya "disfrutado" la vida como muchos, bares, antros, reventones, parejas, salidas, fiesta, blablabla no han sido tan en vano mis 34 años.
A veces amamos tanto a una persona que realmente y lo digo en serio nos duele, neta me duele, y mucho, ver como es que la riegan; y una por amor trata de hacer ver y entender a la otra persona que está mal, que las cosas son diferentes, que no es como las pensaba, que quizá el mundo en el que felizmente vivía no era mas que una máscara para obtener cosas materiales, que las personas que creían eran buenas, en realidad no lo son ; al final de cuentas entiendo que es lo mismo, que cuando las personas están cegadas por gustos, creencias, personas, a veces no pueden ser capaces de ver hasta lo que tienen al lado, pueden tener al lado la felicidad total, pura y transparente y simplemente no lo ven y no solo eso, hacen daño a quien más los ama sin darse cuenta.
Quizá deba de aplicar lo que yo llamo "La Ryuk" que consiste básicamente en sentarse a ver esta novela y ver como el personaje la riega una y otra y otra vez y uno espera al siguiente capítulo para ver si el protagonista se da cuenta de su error y aprende a valorar lo que tiene.
No es que me haya cansado pues creo que cuando a uno le interesa realmente alguien jamás se cansa, es simplemente que ésta vez no haré nada pues no quiero llegar a hartar y fastidiar y simplemente solo confiaré en la inteligencia del otro.
Así como Ryuk tira la Death Note solo para ver "lo interesante que son los seres humanos"; así tiro mi corazón al aire dispuesto y completo para él y solo veré que es lo que hace con el; ni lo ve por andar distraído en cosas que ya no lo valen, lo ignora nada más porque le encanta llevar la contra, lo pisotea porque quizá eso le haga sentir bien (no sé como alguien pueda ser tan cruel) o reacciona y lo toma y lo cuida con amor como yo cuidaría de su corazón con todo mi amor.
Creo que se necesitan muchos,... para dejar a disposición de otra persona el corazón. Yo lo llamo AMOR.
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